Se le llama protección contra incendios al conjunto de medidas que se disponen en las áreas a proteger tanto habitacionales como industriales contra la acción del fuego.

El objeto de estas acciones es:

  • Salvar vidas humanas.
  • Minimizar las pérdidas económicas producidas por el fuego.
  • Conseguir que las actividades del edificio o instalaciones industriales, puedan reanudarse en un plazo de tiempo, lo más corto posible.

La salvación de vidas humanas suele ser el único fin de la normativa de los diversos países y los otros dos los imponen las compañías de seguros rebajando las pólizas cuanto más apropiados sean los medios.

Las medidas fundamentales contra incendios se clasifican en dos tipos:

  • Medidas pasivas: Medidas que afectan al proyecto o a la construcción del edificio, en primer lugar facilitando la evacuación de los usuarios presentes en caso de incendio, mediante caminos (pasillos y escaleras) de suficiente amplitud, y en segundo lugar retardando y confinando la acción del fuego para que no se extienda a otras áreas muy deprisa o se controle antes de invadir otras zonas.
  • Medidas activas: Fundamentalmente manifiestas en las instalaciones de extinción de incendios.

Medios pasivos:

Para conseguir una fácil rápida evacuación de los ocupantes del edificio, las diversas normativas determinan el ancho mínimo de los pasillos, escaleras y puertas de evacuación, las distancias máximas a recorrer hasta llegar a un lugar seguro, así como disposiciones constructivas (apertura de las puertas en el sentido de la evacuación, escaleras con pasamanos, etc.). También se establecen recorridos de evacuación protegidos (pasillos y escaleras), de modo que no solamente tienen paredes, suelo y techo resistentes a la acción del fuego, sino que están decorados con materiales inifugos. Las disposiciones llegan a determinar que un tramo de escaleras tendrá un mínimo de tres escalones, para evitar caídas.

Para retardar el avance del fuego se divide el edificio en sectores de incendio de determinados tamaños máximos, sectores limitados por paredes, techo, suelo y puertas de una cierta resistencia al fuego. En la evacuación, se tendrá que diseñar las rutas para pasar de un sector a otro, con el fin de llegar a un lugar más seguro. Todo edificio, completo, ha de ser también un sector de incendio para evitar que el fuego pase a los edificios colindantes.